Reunidos en la Arena Santa Lucía, unos mil fanáticos vivieron la Gran Final y disfrutaron el campeonato de Tigres como si estuvieran en el estadio a pesar de atravesar momentos de desánimo en el juego de Vuelta contra Pumas. Hubo banderas, mantas, cánticos, batucada, porras y protestas hacia decisiones arbitrales de los seguidores, en su mayoría integrantes de la barra Libres y Lokos, aunque sobre el final del tiempo regular y de los tiempos extra hubo rostros de preocupación.
La gente estalló en una celebración singular cuando Israel Jiménez marcó el penal que les daba el título.
"Si no sufres…no eres de Tigres”, dijo un aficionados mientras lanzaba al aire el líquido de su vaso.
Los aficionados, que incluyeron niños, mujeres y familias, se trasladaron al área de la Gran Plaza para continuar con los festejos del cuarto título en la historia del equipo de la UANL.
Ahí, también cientos de aficionados a los Tigres observaron el partido de futbol, y una vez concluido, festejaron en grande.